Al día siguiente el fantasma se sintió muy débil y cansado. Tenía completamente alterados los nervios y el más leve ruido le sobresaltaba. Durante cinco días permaneció en su cuarto renunciando incluso a mantener la mancha de sangre en el suelo de la biblioteca. Si la familia Otis no la quería, era evidente que no se la merecía. Aquella era, sin duda, una gente muy vulgar y materialista, incapaz de apreciar el valor simbólico de ese tipo de fenómenos.
Oscar Wilde, Oski, Esther Tusquets
El Fantasma de Canterville
Libros del Zorro Rojo
Páginas: 120
Precio: 91.0
ISBN: 9789872823351